sábado, 27 de diciembre de 2014

Maldita neutralidad

Flia. Brasesco (Bº Chañar - Nogoyá - Entre Ríos)

(Por Felipe Ignacio Díaz Gorosterrazú)
El clérigo anglicano y sudafricano Desmond Tutu dijo una vez: "Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor".
En nuestro país, provincia y departamento, hace años que se está llevando a cabo una de las injusticias más grandes de nuestra historia: Un envenenamiento de la población a gran escala. Y muchos han preferido una actitud de supuesta (y muy cómoda) neutralidad. Por acción u omisión, porque de una u otra manera se “benefician” económicamente de este verdadero genocidio a cielo abierto, muchos (demasiados) eligen el lado de las corporaciones internacionales y su socio necesario, el Estado.
Algunos (demasiado pocos) científicos, profesionales de la salud y el agro, periodistas y ciudadanos comunes, han decidido levantar su voz desde hace años. Solo han recibido descrédito e injurias por aguafiestas. El Dr. Andrés Carrasco, el Dr. Damián Verzeñassi, la Dra. Delia Aiassa, el Dr. Raúl Montenegro, el Dr. Darío Gianfelici, el Ing. Agr. Edurdo Cerdá, el Periodista Darío Aranda, Fabián Tomasi, son algunos de los que han batallando contra esa odiosa NEUTRALIDAD, poniendo en juego su reputación y sus carreras.
En Nogoyá, la neutralidad se traduce en silencio cómplice de muchos, y en actitudes de supuesta “mesura elegante” de algunos, que solamente disfraza el MIEDO de ponerle el cascabel al gato… ¿Qué digo gato? ¡A los leones del pueblo!
En el mes de abril pasado, recibí la denuncia de un docente de la Escuela  Nº 101 – “República de Entre Ríos”. Me comunicó que uno de sus alumnos, vecino del barrio Chañar, faltaba frecuentemente a la escuela por problemas respiratorios. En esa última oportunidad, su madre había presentado un certificado donde su pediatra, el Doctor Pablo Verón (Mat. 9459), hacía constar que el chico vive a menos de 150 metros de un campo sembrado y que cada vez que este sembrado es fumigado, el niño presenta problemas respiratorios y digestivos.
Fui hasta la casa de la familia Brasesco, corroboré que el sembrado en cuestión está a unos 50 metros de la casa del niño y calle de por medio con la de otros vecinos. Hablé con la mamá, el papá y un tío. Grabé la conversación y se me entregó una copia del mencionado certificado. Todo fue publicado en la página de Facebook del Grupo Ambiental Nogoyasero.
El relato de la familia Brasesco parce calcado de otros miles de habitantes de la zona centro de nuestro país. Las zonas más fértiles, preñada de transgénicos y agro tóxico. Hombres, mujeres y niños con patologías dérmicas, respiratorias, digestivas y oncológicas; malformaciones y muerte en fetos humanos y animales, abortos espontáneos. Sin contar el descalabro producido en los ecosistemas que necesitan, para la supervivencia biológica, de su delicado equilibrio.
La información fue levantada por algunos medios provinciales y, en Nogoyá, solo se hizo eco un medio radial.
Fue así que nos enteramos que la ordenanza Nº 672 de “Manejo de Agroquímicos”, que data del año 2004, es poco menos que vergonzosa, comparada con muchas de localidades que han legislado con algo más de seriedad en el tema.
Pudimos conseguir el compromiso de algunos concejales para modificar esta ordenanza. Pero luego de 9 meses de aquel incidente, cerrando el año, lo único que ocurrió fue que nuestros concejales solo se han reunido con los Ingenieros Agrónomos de nuestra localidad, que les hicieron entrega de un borrador con “sugerencias” a tener en cuenta en caso de modificar la ordenanza actual.
Una cátedra de Agroecología en la Universidad de Agronomía de La Plata y una experiencia práctica en el Establecimiento “La Aurora” de la Provincia de Bs. As., estudios realizados en campamento sanitarios por las Universidades de Rosario y Córdoba en localidades como Bovril (E. R.), Monte Maíz (Córdoba) o Totoras (Santa Fe); sumados a los estudios científicos del Dr. Andrés Carrasco (CONICET - Año 2009) y la Dra. Delia Aiassa (Universidad de Río Cuarto – 2006 a la fecha), parecen, contra el viento y la marea del márquetin, inclinar la balanza que mantienen en equilibrio las multinacionales del negocio transgénico, universidades y profesionales del agro, cooptados por estos monstruos del agro-negocio, gobiernos que recaudan la regalías a manos llenas, productores que entran por el embudo y medios de comunicación entreverados en la repartija.
Llega el 2015: ¿Tomaremos conciencia de que el peor daño genético que podemos pasarle a nuestros hijos es el miedo y el desinterés? ¿Que el peor cáncer es la NEUTRALIDAD ante la injusticia?

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